Francia: Martes de huelga en contra de la ley laboral
Los franceses encontraron dificultades para acceder a trenes y autobuses por la convocatoria de protesta de sindicatos y estudiantes contra la controvertida norma de empleo para jóvenes – Los aeropuertos sufrieron cancelaciones y retrasos. Los franceses encontraron hoy numerosas dificultades para acceder a los servicios de transporte público por la convocatoria de una jornada nacional de protesta de sindicatos y estudiantes contra el controvertido Contrato de Primer Empleo (CPE) para jóvenes. Los aeropuertos de París, Toulouse (suroeste), Lyon (sureste), Estrasburgo (noreste), Rennes (noroeste) o Nantes (oeste) registraron cancelaciones y retrasos en sus vuelos, mientras en los accesos a la capital hubo notables atascos a primera hora al optar los usuarios por acudir hoy en coche a sus lugares de trabajo.
En la capital y su área metropolitana estaba previsto que prestase su servicio uno de cada dos metros y autobuses, además de la fuerte reducción en los trenes de cercanías (RER).
El transporte ferroviario, donde la huelga empezó anoche y terminará el miércoles por la mañana, la empresa nacional de ferrocarriles, SNCF, preveía la circulación de dos de cada tres trenes de alta velocidad, un 40 por ciento de los trenes regionales de largo recorrido y un tercio de los de medio recorrido, y un 51 por ciento de los de cercanías en la región de París.
Además de los transportes, el sector donde está previsto el mayor seguimiento de las convocatoria de huelga es en la propia enseñanza.
Pero también en otras áreas de la función pública como Correos, Telecomunicaciones o Hacienda.
Hoy no había diarios en los quioscos parisinos y los programas de los medios de comunicación públicos resultaron alterados.
Los sindicatos esperaban igualmente que los trabajadores del sector privado secundaran los paros para que esta jornada marcara un giro clave en el pulso con el Gobierno conservador sobre el CPE.
Hoy han sido convocadas en al menos 135 ciudades manifestaciones para exigir la retirada de ese contrato dirigido a los menores de 26 años y que permitirá al empleador despedir al joven sin tener que dar una justificación durante los dos primeros años.
El Gobierno del primer ministro e impulsor del citado contrato Dominique de Villepin teme estallidos de violencia.