Un sacerdote culpa a la iglesia en juicio a Von Wernich
La iglesia "no mato pero no salvo, dijo Rubén Capitanio al comparecer como testigo en la penúltima
jornada del proceso por delitos de lesa humanidad que se le sigue al ex capellán de la Policía
Christian Von Wernich.
Capitanio, sacerdote de la localidad de Centenario, en la provincia de
Neuquén (sur del país), ha afirmado, además, que la Iglesia fue
"escandalosa y pecaminosamente cercana a la dictadura" y "no
cumplió con el deber de servicio a la vida".
El sacerdote, que fue compañero de seminario de Von Wernich, es el primer
miembro de la Iglesia en declarar en el juicio contra el ex capellán de la
Policía de la Provincia de Buenos Aires, la mayor fuerza de seguridad del país.
Von Wernich, de 68 años, está acusado de siete asesinatos, 31 casos
de aplicación de torturas y de la desaparición de 42 personas ocurridas
en cinco centros clandestinos de detención que funcionaron bajo la órbita de la
policía bonaerense.
La semana pasada, el obispado de la provincia de Neuquén, en la Patagonia
argentina, difundió un documento en el que lamentó "con dolor" el "silencio" de
parte de la Iglesia católica durante la dictadura, que causó la desaparición de
unas 18.000 personas, según cifras oficiales, que organizaciones humanitarios
elevan a 30.000.