Continúa el conflicto por la manzana en Balvanera
El conflicto viene hace años, por intereses de los empresarios que en el inicio querían inaugurar un microestadio y que finalmente, a fines de 2015 abrieron un complejo de canchas de futbol con bar incluido. Recientemente el predio fue clausurado a pedido de los vecinos.
El complejo de once canchas de fútbol que funciona desde octubre de 2015 fue denunciado por ruidos molestos y por su iluminación.
Los vecinos insisten en que ese lugar sea expropiado y se destine a un espacio verde en uno de los barrios que menos espacio verde tiene por habitante.
Los vecinos de Balvanera dieron otro paso en su lucha por conseguir un espacio verde para la comuna. Tras una denuncia, la Justicia de la Ciudad volvió a clausurar el polémico predio donde se pretendía construir un microestadio y que, desde hacía varios meses, alojaba a once canchas de fútbol.
Se trata de la manzana delimitada por las avenidas Belgrano y Jujuy y las calles Moreno y Catamarca, a tres cuadras de la plaza Miserere. En ese polígono de diez mil metros cuadrados, una empresa privada iba a montar un microestadio para casi 20 mil personas con tres subsuelos de cocheras y conexión con el subte H.
Sin embargo, ante la oposición de los habitantes del a zona, el proyecto fue frenado y sus dueños lo alquilaron por tres años para armar un complejo de once canchas de fútbol 5 y 9, inaugurado finalmente en octubre pasado pese a contar con dos clausuras de la Agencia Gubernamental de Control.
Una vez más, los vecinos rechazaron este proyecto y lo denunciaron por ruidos molestos y por la intensa iluminación que permanecía encendida hasta altas horas de la madrugada.
«La gente se quedaba jugando al fútbol hasta las dos o tres de la madrugada y se oían gritos y cantitos todo el tiempo. Además, instalaron unas luces muy potentes que no nos dejaban dormir», le contó al diario Clarín Alberto Aguilera, de «Manzana 66 Verde y Pública», la organización vecinal que presentó la denuncia.
El fiscal Juan Rozas, titular de la Fiscalía N° 20 de la Ciudad, intervino en la denuncia y le ordenó su cierre a la Dirección General de Fiscalización y Control (DGFyC). «Hice una recorrida por el lugar, donde observé la emisión de ruidos durante los partidos que se hacían desde la mañana hasta la medianoche. Estos ruidos afectaban a una gran cantidad de vecinos, incluyendo a los pacientes de un geriátrico”, precisó.
Finalmente, el pasado martes dispuso la clausura de las canchas. En cambio, la organización vecinal detectó que la actividad continuó en las horas posteriores, por lo que tras una nueva denuncia, el fiscal dispuso una consigna policial “de 10 a 24 con el fin de impedir el uso de estas canchas”.
Ante la falta de espacios verde en la comuna, los vecinos presentaron un proyecto para que el Gobierno de la Ciudad expropie los terrenos y construya una plaza, un poliderpotivo para las escuelas públicas de la zona, una sede para el Conservatorio Manuel de Falla y un centro educativo y cultural.
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