Restauraron la fachada del Cervantes y ya puede verse sin los andamios característicos en la calle Libertad
Uno de los teatro clásicos de la Ciudad de Buenos Aires, el Cervantes, tiene su fachada limpia nuevamente. Luego de muchos años en donde los andamios ya formaban parte del paisaje, pueden verse las paredes limpias y brillantes.
Las obras, luego de estar muchos años frenadas, comenzaron nuevamente en el año 2016. Prevén que a finales del mes de septiembre todo el frente será liberado; aún se trabaja sobre uno de los lados del edificio, el ingreso que da hacia la avenida Córdoba.En enero de 2019 , comenzarían las obras en el interior.
También se proyecta una actualización tecnológica del edificio mejorando además las condiciones de seguridad. Se restaurarán espacios como el hall de boletería, el foyer, el Salón Azul, la Sala María Guerrero, el Salón Dorado y la Sala Caviglia. Y se adecuará la torre anexa diseñada por Mario Roberto Alvarez en 1968.
En cuanto a la fachada, había sido arenada y pintada varias décadas atrás, como parte de la remodelación ejecutada en la década de 1960, luego de un incendio que lo mantuvo cerrado de 1961 a 1968.
Ahora, se renovaron los elementos metálicos, se repusieron los elementos premoldeados que se encontraban en mal estado y se restauraron los elementos de hierro, como rejas, barandas y faroles.
El edificio fue inaugurado en 1921 y es una de las joyas arquitectónicas de la Ciudad, junto con el Colón, y los palacios Anchorena, Alzaga Unzué, Ortiz Basualdo y el de Aguas, entre muchos otros. Dos famosos actores españoles de la época tuvieron que ver con su creación: María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza. Ambos comprometieron hasta su fortuna para financiar la obra, que llevaron a cabo Fernando Aranda Arias y Emilio Repetto.
La fachada reproduce en todos los detalles a la de la Universidad de Alcalá de Henares. Cuenta la historia oficial que las partes del edificio llegaron en barco desde diferentes regiones de España.
También cuenta la historia que Guerrero y Don Díaz de Mendoza eran muy malos para los negocios y para administrar el teatro. Así, en pocos años el teatro se encontraba quebrado. Estuvo a punto de ser rematado, pero el presidente Marcelo Torcuato de Alvear lo salvó y ordenó su adquisición.
El 5 de septiembre cumplirá 97 años. Y se espera que llegue a los 100 años completamente restaurado y con el brillo que soñaron para él María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza