Dos proyectos buscan que se prohiba fumar en plazas
Con el objetivo principal de proteger bebés y niños del humo del cigarrillo, dos legisladores porteños presentaron dos proyectos para no permitir fumar en espacios verdes públicos donde se realicen actividades recreativas. Además consideran que esta restricción evita que el consumir tabaco sea un hábito saludable y un ejemplo a seguir.
Desde que en el año de 2006 se prohibió fumar en los espacios públicos cerrados en la Ciudad de Buenos Aires. Las calles, veredas y espacios abiertos se transforman en algunos lugares en reuniones de fumadores donde el humo se expande a gran escala.
Recientemente, se busca dar un nuevo paso en ese sentido con proyectos de ley para restringir el consumo de tabaco al aire libre, específicamente en plazas y parques, un punto clave para cuidar principalmente a los chicos del humo de segunda mano y para evitar que consideren al tabaquismo como un hábito aceptable. De acuerdo a una encuesta el 80% considera que las áreas de niños en plazas debería ser libre de humo.
En la actualidad, existen dos proyectos para modificar y ampliar los alcances la ley 1799: uno propone restricciones al consumo de tabaco al aire libre, específicamente en parques y plazas. Mientras que el otro plantea que en los espacios públicos abiertos destinados al deporte y recreación infantil, no se fume a menos de 8 metros de distancia. Ambos corresponden a ex diputados del PRO (Helio Rebot e Ivan Petrella, respectivamente) y son las legisladoras Victoria Roldán y María Inés Gorbea, con apoyo de organizaciones de la sociedad civil, las que están impulsando su tratamiento en la Legislatura.
Está demostrado que las restricciones a fumar en lugares públicos tienen un efecto protector frente al inicio del consumo de tabaco por parte de niños y adolescentes.
Que el cigarrillo se encienda al aire libre no hace que los riesgos se evaporen para quien habita el mismo espacio. La evidencia científica indica que estar cerca de alguien que fuma en un ambiente abierto supone una exposición al humo de cigarrillo comparable a las concentraciones en un lugar cerrado y son los chicos los más vulnerables a los efectos nocivos del tabaco.