Se iluminan monumentos de rojo en la Semana contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas
Desde el miércoles 23 y hasta el miércoles 30 se septiembre, el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad de Buenos Aires iluminará de color rojo monumentos porteños en el marco del Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas.
La iluminación fue solicitada por la Asociación Civil Madres Víctimas de Trata y, hasta el 30 de septiembre, todos los días, las luces se encenderán con cada puesta de sol, hasta el amanecer del día siguiente.
El Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas se celebra el 23 de septiembre, desde 1999, y fue promulgado por la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas en coordinación con la Conferencia de Mujeres que tuvo lugar en Dhaka, Bangladés, en enero de ese mismo año.
La elección de la fecha no fue arbitraria: un 23 de septiembre se sancionó la primera norma legal en el mundo destinada a luchar contra la explotación sexual y fue en nuestro país. Se trata de la Ley 9143, conocida como “Ley Palacios”, sancionada en 1913.
¿Qué es la trata de personas?
Consiste en la compra venta y explotación de niños y adultos, para diversos destinos como el tráfico de órganos, trabajos forzados, siendo la explotación sexual el destino más frecuente para niñas y mujeres.
Se estima que en el mundo, 1,8 millones de personas son víctimas de delitos de trata de personas para explotación sexual, una lacra que solo es equiparable al tráfico de drogas y de armas.
Los traficantes de personas se aprovechan de situaciones de pobreza, falta de educación, desastres naturales, guerras y otras circunstancias, para sustraer a los niños, niñas o adultos y venderlos a las mafias.
Las crisis migratorias han sido aprovechadas por las redes delictivas para actuar contra los más vulnerables. Los traficantes abusan cada vez más de los sistemas de asilo. Por ejemplo se ha observado un aumento de casos de desapariciones de niñas y mujeres nigerianas que parten desde Libia buscando una vida mejor, y que han podido ser destinadas a explotación sexual.