El gomero de la Recoleta, uno de los árboles más antiguos de la Ciudad de Buenos Aires
De todos los árboles que hay en la Ciudad de Buenos Aires, uno de los más grandes, antiguos y sorprendentes es el famoso Gomero de la Recoleta, ubicado en el barrio homónimo.
Quienes deseen conocerlo, deberán trasladarse hasta la Plaza Intendente Torcuato de Alvear, emplazada frente a la emblemática Basílica del Pilar que, al mismo tiempo, es uno de los templos más longevos de la ciudad.
Hay quienes afirman que el Gomero de la Recoleta es el árbol más antiguo de la Ciudad de Buenos Aires, ya que se plantó en el cierre del siglo XVIII. Precisamente, durante el año 1781.
Este ejemplar, que tendría 243 años, llegó desde India, por iniciativa de la familia Altoaguirre, propietaria de una chacra en esta zona de Buenos Aires. En aquella época, la geografía de la ciudad era muy distinta a la actual. Es por eso que el espacio donde se plantó el árbol, estaba rodeado por amplios campos que se extendían hasta la costa del Río de la Plata. Por lo tanto, en este entorno rural, además del Gomero de la Recoleta, también se plantaron olivos, árboles frutales y lino, entre otras especies.
Con el correr del tiempo, la chacra de los Altoaguirre desapareció, Recoleta se urbanizó y en las inmediaciones se construyeron calles, avenidas, edificios y cientos de comercios. Pero, por fortuna, el Gomero se conservó en el mismo lugar, en perfectas condiciones. De esta manera, el árbol nunca dejó de crecer y es por eso que alcanzó cifras sorprendentes: Sus ramas tienen hasta 34 metros de longitud. Luce un tronco de 7 metros de diámetro. Tiene ramas de hasta 1,5 metros de diámetro.
En sus inmediaciones se suelen realizar numerosas muestras artísticas. Algunas son temporales y otras, como el Atlas, están fijas. Esta última es una obra del artista Joaquín Arbiza Brianza, que la construyó con autopartes y representa la figura de una persona, que sostiene una de las ramas más largas del árbol. Aunque la pieza parece pequeña al lado del árbol, sorprende a los turistas con sus dos metros de altura y su peso de 250 kilogramos.