Por primera vez hubo más divorcios que casamientos en la Ciudad
Por primera vez en la historia, la inscripción de divorcios superó la de matrimonios en la Ciudad de Buenos Aires: mientras 4.480 parejas disolvieron su vínculo conyugal en 2020, solamente 3.861 se casaron, es decir que por cada separación hubo menos de un enlace.
Los datos fueron datos suministrados por el ministerio de Gobierno porteño a través del Registro Civil y Capacidad de las Personas.
Más divorcios que casamientos: el motivo
Si bien la tendencia desde 2005 es de dos matrimonios por cada divorcio, las estadísticas de este 2020/2021 no se deben a un cambio de comportamiento social, sino que es consecuencia directa de la pandemia por el cierre de los registros civiles entre los meses de abril y septiembre de 2020.
Sucede que el trámite de casamiento solo admite la modalidad presencial, mientras que los divorcios se siguieron resolviendo mediante audiencias virtuales.
«En el año 2020 hubo una cantidad similar de divorcios que años anteriores, lo que cambió es que mucha gente no se casó porque no podía y en realidad lo que hubo fue una postergación forzada de los casamientos», dijo el director general del Registro Civil porteño, Fernando Bargallo, a la agencia Télam.
Entre abril y septiembre de 2020, prácticamente no hubo turnos para matrimonios, que estuvieron «suspendidos salvo casos de excepción», ya sea por riesgo inminente de muerte o por contrato de trabajo en el extranjero.
Como consecuencia de esto «se juntó un stock de 8.000 matrimonios», es decir, de turnos que normalmente se habrían otorgado a razón de 1.000 por mes y que en cuarentena se redujeron a no más de 150.
Recién en los meses de marzo/abril 2021 se empezó a normalizar el ritmo de turnos: «Estamos ofreciendo y se están tomando más turnos para matrimonios que en la prepandemia, con unos 1.400 por mes», dijo Bargallo.
En cambio, la inscripción de divorcios «vienen por DEOX», es decir, por el Sistema de Diligenciamiento Electrónico de Oficios a Organismos Externos establecido por la Corte Suprema de Justicia, «y cuando tribunales regularizaron su trabajo virtual, empezaron a llegar» las sentencias a medida que se popularizaban los divorcios por zoom.
«Lo que no es estrictamente presencial de alguna manera se recuperó (durante los meses de cuarentena), pero el matrimonio no se puede hacer de otra manera», explicó.
Las estadísticas de divorcios y matrimonios civiles
Desde 1975 a la fecha, los números muestran que la sanción de la ley de divorcio vincular sí fue un parteaguas en el comportamiento de los porteños: hasta 1987, las separaciones personales (sin disolución del vínculo conyugal) representaban un 16 % -en promedio- de los matrimonios; pero a partir de 1987 -y luego de un boom inicial que se prolongó hasta 1989- los divorcios se estabilizaron en torno a un porcentaje que duplicó el anterior.
Así, entre 1990 y 2003, se inscribieron anualmente una cantidad de divorcios igual al 35% (promedio) de los matrimonios. Es decir que, por cada separación, hubo tres parejas que se casaron.
«Eso muestra que hay leyes que llegan tarde a un reclamo social y el impacto se nota inmediatamente. En proporción es inmensa la diferencia entre cantidad de divorcios antes y después de 1987, y después en los años 90 los divorcios siguen duplicando a los que se producían antes de la ley», dijo.
«Evidentemente hubo cambios culturales muy importantes y lo que venía deteniendo estas separaciones era el retraso normativo», dijo.
Pero la cantidad de divorcios siguió aumentando con relación a los matrimonios y desde 2004 la relación es de solo dos casamientos por cada separación, es decir, los divorcios representan el 50% de los matrimonios de cada año.
Más certificados de convivencia, menos casamientos
Paralelamente fue creciendo mucho la tramitación de certificados de convivencia hasta superar largamente el número de matrimonios.
«Hay parejas que vienen por el matrimonio, otras por la unión convivencia y otras por el certificado de convivencia porque cada una va eligiendo la modalidad de formalización del vínculo en función de sus necesidades o creencias», dijo.
El número de matrimonios propiamente dichos «viene bajando sensiblemente desde fines de los ’70 y hoy estamos en la mitad (de casamientos) que hace 50 años atrás», al punto de ser «duplicados» en cantidad por los certificados de convivencia, que es un trámite que «no genera una partida» y en caso de que se termine ni siquiera hay que comunicarlo al registro.
«Pre pandemia, se tramitaban unos 25 mil certificados de convivencia al año mientras los matrimonios son unos 12 mil. Es un cambio muy notorio y creo que tiene que ver con que las leyes han ido ampliando o equiparando derechos», dijo.
Las estadísticas muestran que 1988 fue el año en que se registraron mayor cantidad de divorcios de la serie (18.112) -lo que es previsible en función de la demanda atrasada- pero también fue el año en que más casamientos se celebraron (27.496), lo que hace prever que muchos de esos cónyuges formaron parte de las 31.168 parejas que se disolvieron entre ese año y mediados de 1987, cuando se sancionó la ley de divorcio vincular.
Por otro lado, el promedio de duración del matrimonio entre personas divorciadas desde 1975 es de 20 años; y los divorcios se producen mayoritariamente en el grupo etario de entre 40 y 49 años (43% de las mujeres y 39% de los hombres) o en el de 30 a 39 años (30.6% de las mujeres y 24.6% de los hombres).
En cuanto a los matrimonios igualitarios, entre 2015 y mayo de este año se celebraron 3.060 bodas entre parejas homosexuales; y en el mismo período hubo solamente 88 divorcios, lo que representa un 2.87% del total de uniones registradas en los últimos 6 años.