El bulevar porteño que se convirtió en un polo gastronómico

Villa Luro es uno de los rincones porteños que aún mantiene el encanto de barrio y que sumó una propuesta comercial gastronómica variada y de calidad. Sus calles tranquilas y arboladas dan forma a una geografía porteña ya no tan habitual. En los últimos tiempos, en medio de ese escenario, comenzó a gestarse un nuevo polo de retail: el bulevar Ramón Falcón. Allí, hoy se concentra una gran cantidad de primeras marcas.

El barrio de Villa Luro, ubicado en el oeste de la ciudad de Buenos Aires, ha experimentado una notable transformación en las últimos años, con la incorporación de modernas torres residenciales y una variada oferta gastronómica que atrae a vecinos y visitantes. “La zona se destaca por ser un corredor en crecimiento, con diversas opciones de entretenimiento y recreación. El bulevar Falcón, los árboles y las nuevas construcciones le dan un toque de elegancia y modernidad”, cuenta Jésica Soledad Améndola, gerente de locales y oficinas en Adrián Mercado.

El tramo de Ramón Falcón, que se extiende entre el 5400 y el 5800, hoy cuenta con un pulso y una geografía propia. Este es el único sector de la traza que cuenta con un atractivo bulevar, conocido también como Villa Luro Hollywood. A sus costados se fueron multiplicando modernos edificios residenciales que en su basamento ofrecen propuestas comerciales.

Poco a poco, este sector de la ciudad fue adquiriendo una fuerte impronta. “Este corredor comercial, en los últimos tres años, se ha consolidado como una opción atractiva tanto para las marcas como para los consumidores. A pesar de que su extensión es limitada, abarcando solo unas pocas cuadras, este eje ha ganado la fidelidad del público por su calidad y variedad de productos”, dice Amendola. Y agrega: “El bulevar es una vía de acceso estratégica para los vecinos del barrio y de los alrededores que desean disfrutar de la oferta culinaria. En las inmediaciones de la plaza Ejército de los Andes, se encuentran importantes locales de firmas como Café Martínez y Lucciano’s. A ellos hay que sumar cervecerías y restaurantes”.

Según Améndola, los desarrolladores vieron su potencial, respaldado por su gran accesibilidad, y decidieron invertir en la zona. Aquí el impulso original llegó de la mano de los proyectos residenciales. Las nuevas torres que le aportaron un toque de distinción y elegancia y le aportaron el caudal de público necesario al desarrollo comercial, según opina la broker. “El fuerte de la zona es la gastronomía. Allí existe una gran variedad de opciones, para todos los gustos y presupuestos. Los vecinos y visitantes pueden disfrutar tanto de la cocina japonesa como de cervezas artesanales o de delicias heladas y pastelería”.

Sin dudas, el polo comercial ha sido un factor importante que impulsó el alza de los valores del metro cuadrado, tanto con lo referido al sector del retail como al residencial. “Hoy, en esta área de Villa Luro, existen propuestas que se pueden comparar en algunos casos con los del barrio de Palermo”, dice la especialista.

“Sin dudas, la zona del bulevar Falcón y sus proximidades se ha convertido en uno de los nuevos ejes inmobiliarios a tener en cuenta y, según los que saben, promete seguir creciendo gracias al efecto derrame hacia sus calles aledañas.

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