El Planetario vuelve a abrir sus puertas
En el año en el que el Planetario Galileo Galilei festeja su aniversario n°50, fue remodelado y renovado para volver a abrir las puertas al público el próximo 31 de octubre.
Entre los nuevos equipamientos se encuentran pantallas LED, robots y realidad virtual.
Con este medio siglo cumplido en el mes de junio, el Planetario se transforma a todo color con una obra que duró 9 meses pero que ahora presenta una gran reforma, tecnológica y cultural.
El predio continía con su mística y el trazo del espacio que diseñó el arquitecto Enrique Jan en la década del 60. Todo menos la tecnología, que ofrecerá una novedosa forma de aprender sobre galaxias, constelaciones y planetas.
Ayer, a las 20 todas las luces del Planetario fueron encendidas durante su reinauguración oficial al a que 20 vecinos favorecidos por un sorteo (de 7406 que se anotaron), asistieron en primera fila.
El martes 31 de octubre se reinaugura con distintas actividades para el público en general.
«Sumamos un simulador que ofrece la experiencia de hacer un viaje desde el Big Bang hasta la actualidad. Y también realidad virtual, que mediante el sistema de oculus nos propone un viaje a Marte», adelanta Javier Cuello, director general de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Modernización porteño.
En el primer piso aguarda por los visitantes Galibot, un robot idéntico al que está en la NASA, y el único en Sudamérica. «Sus ojos son pantallas LED que siguen los movimientos de las personas, y puede detectar si quien se para frente a él es hombre, mujer o niño, y así modificar su forma de hablar y los contenidos que expone», detalla Cuello.
Pantallas interactivas que detallan los movimientos de la Tierra y el origen de la Luna, entre otros datos, permiten que la enseñanza sea mucho más dinámica, además de integradora, ya que la información también puede leerse en sistema Braille.
El anillo de Saturno vidriado que rodea la cúpula ahora cuenta con 50 metros de pantallas LED translúcidas, divididas en cuatro sectores, en las que vecinos y turistas podrán enterarse de las novedades tanto dentro del edificio, como en el resto de la Ciudad. A su vez, funcionarán en conjunto con un “mapping” sobre la media esfera que proyectará distintos contenidos referidos al espacio. Visualmente, es una de las grandes primicias que atesora el reestreno. También instalaron 350 luces y un Sistema de Telegestión para que el Planetario se ilumine de forma coordinada con el Obelisco, el Monumento de los Españoles, la Pirámide de Mayo, el Puente de la Mujer, la Floralis Genérica y la Torre Monumental. Y en la entrada hay un «selfie point» que saca la foto, viste a los retratados de astronautas y proyecta la imagen final en las pantallas del anillo.
No obstante, la renovación más profunda se reservó para el interior del Domo, donde cuadruplicaron la definición de la pantalla principal, que ahora es de 8k y que lo posiciona como uno de los 25 planetarios (hay 1148 en todo el mundo) con esa cali- dad de imagen. «Las butacas también se reorganizaron para darles espacio a los discapacitados motrices. Antes tenían que quedarse en la puerta del auditorio», agrega Espino.
El entorno de este ícono porteño también fue intervenido: incorporaron senderos, luminarias, mobiliario urbano y señalética. El hexágono de cemento de la explanada de acceso ganó diez metros, y hasta las rejas se cambiaron por unas más modernas, que suponen el primer resguardo de la construcción declarada Patrimonio Histórico y Cultural de la Ciudad.
Este reconocimiento es el que demandó un proceso cauteloso para ponerlo en valor, ya que debieron respetarse su fisonomía y estética origi nales. Se pulió la piedra de los revestimientos y se restauraron los pisos y escritorios de madera de las oficinas, entre otras labores.
La entrada general cuesta $120. Los menores de 6 acompañados por adulto pasan gratis. Los jubilados, pensionados y discapacitados que vayan con un acompañante también entrarán sin pagar. El ingreso al Museo del Planetario cuesta $50 y tiene las mismas condiciones para el resto del publico.