Patio de los Lecheros en Caballito

Muchas estaciones de tren en desuso son abandonadas y otras resignificadas con el tiempo. Pero todas cuentan una historia, como el viejo Patio de los Lecheros ubicado en el barrio de Caballito, en Ciudad de Buenos Aires.

En su momento supo ser uno de los principales centros de conexión entre el campo y la ciudad en crecimiento. Como su nombre lo dice, el Patio de los Lecheros era un centro de distribución de leche que venía de los tambos lejanos en tren, el Ferrocarril Oeste.

Los lecheros, figuras importantísima de principios y mitades del siglo pasado, se reunían en este espacio pegado a las vías del tren (como en tantos otros de Argentina). Así, esperaban la llegada de la bebida que luego comercializaban de

Si nos vamos más atrás, a principios del siglo XX, el lechero pasaba por las casas directamente con la vaca, y la ordeñaba en el momento. La mayoría de los lecheros eran inmigrantes o descendientes de inmigrantes, debido a la llegada masiva de habitantes europeos a la Argentina, principalmente de España e Italia, a fines del siglo XIX y principios del XX.

El Patio de los Lecheros está en la Avenida Teniente General Donato Álvarez 175, en el cruce con Bacacay. Hay dos entradas al predio actual y una que pertenecía al predio original: Por Donato Álvarez se lee el viejo cartel, grabado en un arco superior, por la que entraban los lecheros: FCO Entrada al Servicio Leche. En la entrada de Bacacay, una arco blanco que marca «FCS Caballito», haciendo referencia a Ferrocarril del Sud. También sobre Bacacay, donde termina la calle, otra entrada con un arco de piedra grabado, que dice «FCO Entrada al Servicio de Cargas».

El patio donde se reunían los lecheros para conseguir y luego vender leche en los distintos barrios, quedó deshabilitado en 1961 por disposición del gobierno nacional.

En las décadas anteriores a 1960, las regulaciones sobre la producción de leche eran cada vez más restrictivas y, por supuesto, necesarias para la salud. Desde 1961, se prohibió la venta de leche no pasteurizada.

Así fue como el predio cerró y se abandonó, desapareciendo con él la figura del lechero. Luego de casi sesenta años, el Patio de los Lecheros volvió a la vida, manteniendo su fachada histórica, los adoquines y vías de tren viejas en el interior.

Quedó a mitad de camino entre las estaciones Flores y Caballito del Tren Sarmiento, y sigue pegado a las vías. Actualmente, funciona como patio gastronómico y cultural al aire libre, ya que cuenta con Puestos de comida, venta de productos regionales, pantalla de proyección para eventos y una peluquería en una casa rodante.

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