Familia argentina vive en el aeropuerto por falta de dinero para regresar a su país de residencia
Más de un mes lleva viviendo una familia argentina en el aeropuerto de Río de Janeiro, Brasil, por no tener dinero para volver a su hogar en Panamá.
Una familia argentina vive en el aeropuerto de Río de Janeiro, Brasil, desde el pasado 11 de junio porque carece de dinero para volver a Panamá, donde residían hasta que tuvieron que realizar un viaje urgente a Buenos Aires.
El cónsul argentino en la ciudad carioca, Cristian Dellepiane, ofreció este viernes detalles de una complicada historia que se asemeja a la película «La Terminal», que fue protagonizada por Tom Hanks y Catherine Zeta-Jones.
El diplomático aseguró que el consulado ya le ofreció ayuda económica a la familia para regresar a Buenos Aires, pero la rechazaron porque insisten en continuar su periplo a Panamá.
«Seguimos dispuestos a repatriarlos, pero no quieren. Hay gente que se los lleva a su casa, que les da de comer, pero no es una situación que pueda mantenerse», afirmó el cónsul.
Liliana Sava, madre de tres niñas de dos, cinco y seis años, contó su historia en una cadena de televisión brasileña y advirtió que se van a quedar en el aeropuerto Tom Jobim hasta que logren continuar su viaje.
Explicó que la familia espera que alguna línea aérea les regale el pasaje hacia Boa Vista, una ciudad fronteriza con Venezuela, desde donde podrían seguir el viaje por tierra hacia Caracas y, luego a Panamá.
Sava contó que hace dos meses tuvo que viajar de urgencia junto a su familia a Buenos Aires para visitar a su padre enfermo, pero una vez en la capital argentina, se enteró de que su madre estaba en la ruina porque tuvo que vender sus bienes para enfrentar la situación.
Al momento de volver a Panamá se encontraron con que sólo podían viajar en autobús desde Buenos Aires hasta Río de Janeiro, y partieron.
El plan era que una amiga les ayudara reservando vuelos desde la costera ciudad brasileña hacia Panamá, pero luego no los pudo pagar, tal y como había ofrecido, y entonces se quedaron varados en el aeropuerto.
Sava indicó que ella y su esposo consideraron que ése era el lugar más seguro para las tres niñas, cuya presencia fue llamando la atención de los empleados del aeropuerto, quienes comenzaron a darles comida.
Un policía, incluso, los invitó a comer en su casa el pasado domingo y lamentó no tener el espacio suficiente para albergarlos.
Además, la segunda hija de la pareja cumplió cinco años el pasado 13 de julio y los trabajadores del aeropuerto le hicieron una fiesta que incluyó globos, regalos y pastel.
FUENTE: CLARIN