Testeos a policías, bomberos, agentes de prevención y de tránsito de Buenos Aires
El Gobierno porteño lleva realizados más de 100.000 test serológicos, entre personal de los hospitales públicos y en geriátricos, a lo que se sumaron las fuerzas de seguridad locales: policías de la Ciudad, bomberos, agentes de prevención y de tránsito, e inspectores de la Agencia Gubernamental de Control (AGC). Se trata de alrededor de 30 mil personas. De esta manera se busca llegar a otro de los colectivos de trabajadores considerados esenciales y personal de riesgo, por la labor que realizan en las calles; pero que además se exponen en el transporte público, como pasajeros. Se estima que el 70% de los policías porteños reside en el Conurbano.
«Estamos dando un paso muy importante. Hoy vinimos a trabajar sobre 30 mil hombres y mujeres de la fuerza de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, de los Bomberos de la Ciudad de Buenos Aires, del Cuerpo de Tránsito y el Cuerpo de Agentes de Prevención. Es muy importante seguir avanzando en el testeo serológico, el objetivo es cuidar a quiénes nos cuidan. Hoy empezamos en un grupo muy importante, ya lo hicimos con salud, ya lo hicimos con los trabajadores de los geriátricos y ahora estamos entrando a todos los componentes de las fuerzas, cuidar a quiénes nos cuidan», expresó Diego Santilli, vicejefe de Gobierno porteño.
El funcionario también a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad afirmó: «Vamos a realizar los testeos cada diez días esperando resultados».
La Policía de la Ciudad tiene alrededor de 19.000 efectivos afectados a tareas en las calles. Cuando se declaró la cuarentena se estableció para ellos un protocolo para evitar que se propague el virus, por eso se redujeron las reuniones en espacios cerrados y se modificó el procedimiento de toma de turnos, que en lugar de hacerse en las comisarías se lleva a cabo en los puestos en donde se cumple la función.
El objetivo de máxima es llevar a cabo unas 3.000 pruebas por día. El operativo se montará en 118 sedes rotativas y dos sedes fijas, en tres turnos diferentes. Una vez que los efectivos terminen su jornada de trabajo, pasarán por alguna de las sedes para realizar el testeo. Se estima que los resultados estarían en una o dos horas. Los positivos serán contactados por teléfono; a algunos se les indicará el aislamiento, a otros, repetir el testeo, pero con hisopado.
Desde el inicio de la cuarentena y hasta mediados de julio, se habían detectado 520 policías con coronavirus; mientras que en el cuerpo de Agentes de Tránsito hubo 25 casos positivos. Los testeos masivos para estos últimos arrancaron el lunes, igual que para los inspectores de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), quienes también trabajan en las calles.
Hasta el momento la Ciudad lleva adelante dos estrategias con las que busca identificar el virus y aislarlo. Una de ellas es el programa DetectAr, que arrancó en las villas y asentamientos porteños y luego se trasladó a los barrios formales. En ambos, la metodología es la misma: llegar hasta los sitios en donde ya se registraron casos positivos, realizar el rastreo a contactos estrechos y aislar a los nuevos positivos. Además se testea a quienes informen que tienen síntomas. Esto se entiende como una búsqueda activa de los casos.
La otra estrategia, la de testeos sistemáticos, se emplea en hospitales y geriátricos. Se lleva a cabo con test serológico, que determinan la presencia de anticuerpos IGM e IGG en sangre e indican si una persona estuvo o no en contacto con el virus. Son los sitios en donde un brote puede hacer tambalear todo el sistema sanitario, como ocurrió en España o en Gran Bretaña. Sólo en Madrid y Cataluña, murieron 11 mil ancianos que residían en geriátricos (en todo el país, hasta el viernes, eran 19.600 los adultos mayores fallecidos por coronavirus en residencias).
Por eso la estrategia se considera clave. «Con los testeos que hicimos entre médicos y personal de geriátricos encontramos 500 positivos. Es decir, 500 personas que circulaban con la enfermedad. Entonces, con esto se evitaron 500 escenarios de enfermedad en el sistema de salud o de los geriátricos», dijo el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós. Y agregó: «Cada vez que vamos al territorio identificamos casos que sin esta metodología no hubiéramos encontrado y podrían haber generado un nuevo ciclo, que de esta manera logramos cortar».