Vacunación antigripal para los grupos de riesgo en la ciudad
Tras la decisión de diferir en el país la segunda dosis de la vacuna contra Covid-19 en los grupos priorizados, la Ciudad reorganiza la campaña de vacunación antigripal para las próximas semanas. Por ahora, de acuerdo con el cronograma previsto, empezaría en la segunda semana de abril, de manera escalonada, en los centros de salud comunitarios y en los hospitales con un corredor seguro, distinto al de atención de Covid-19.
La idea es aprovechar la oportunidad, también, para poner al día el calendario de vacunación de los más chicos: la inmunización contra la influenza está recomendada de manera obligatoria y gratuita para los menores de entre 6 y 24 meses de edad, además de los adultos mayores, las embarazadas y la población de entre 2 y 64 años con enfermedades crónicas o algún otro problema de salud considerado de riesgo, además del personal de salud y las embarazadas. Se trata, en la ciudad, de 1,3 millones de residentes.
En tres de esos grupos, este año se superpone la vacunación para Covid-19 y gripe. Son el personal de salud, los mayores de 65 y la población de más de 18 años con otros problemas de salud. En estos casos, tendrán que pasar por lo menos 14 días entre la aplicación de ambas vacunas. En el momento de programar el turno para Covid-19, se pedirá mencionarle al operador si se recibió la antigripal o cuándo está previsto hacerlo para tener en cuenta ese intervalo recomendado.
Ambas campañas no compartirán vacunatorios, según se indicó desde el Ministerio de Salud porteño. Como el año pasado, se espera que la demanda de la vacuna antigripal sea alta. Para evitar que concurra mucha gente a la vez a los centros de salud, los hospitales y las postas extrahospitalarias que se analiza habilitar en ciertas áreas de la ciudad, se irá convocando por grupos de riesgo y, a la vez, de manera escalonada con los mayores de 65, de acuerdo con el ritmo que vaya teniendo la campaña para Covid.
Primera etapa
En una primera etapa, según se indicó, entrarían los chicos y las embarazadas, que no están dentro de los seis grupos priorizados para Covid-19, junto con el personal de salud y los mayores de 80, que fueron las dos primeras poblaciones para las que se habilitó la inmunización contra el nuevo coronavirus.
Con la decisión de la semana pasada de postergar tres meses la segunda dosis de todas las vacunas para Covid-19 que están disponibles en el país, se prevé en la ciudad que todos los residentes de más de 80 terminen de completar el esquema doble en mayo o junio, seguidos más adelante de los de entre 70 a 79 y 60 a 69, de acuerdo con la disponibilidad de dosis.
“La responsabilidad de la vacunación para Covid-19 recae en un 100% en el Estado, con alrededor de un 10% que se cumple a través de siete prestadores (obras sociales o prepagas) con los que se firmó un convenio. En cambio, la vacuna antigripal es accesible para quien la quiera comprar. El Estado la distribuye porque es parte del calendario nacional y gratuita para los grupos de riesgo”, explica Gabriel Battistella, subsecretario de Atención Primaria, Ambulatoria y Comunitaria del Ministerio de Salud porteño.
En la ciudad, según continúa, todos los años se distribuyen las dosis recibidas a un centenar de hospitales y centros del sector privado. Y hay 380.000 afiliados al PAMI que se aplican la dosis anual en la red de farmacias de esa obra social.
“Este año –indica Battistella–, vamos a ir por grupos para que no se superponga con la estrategia definida para Covid-19. Hay detalles operativos que cambiaron con el intervalo que hay que tener en cuenta entre las vacunas y la decisión de la semana pasada del Consejo Federal de Salud (Cofesa) de distanciar 12 semanas la segunda dosis de Covid. Pasamos a vacunar contra la gripe en el intervalo interdosis.”
Como ocurrió con la pandemia de gripe A H1N1 en 2009, la demanda de la vacunación antigripal fue récord el año pasado. En la ciudad, se habían dispuesto 82 postas extrahospitalarias para los grupos considerados de riesgo. Esos puntos incluían escuelas, centros culturales, sedes de la Defensoría y centros de día para mantener liberados los hospitales y los centros de salud, como se publicó en ese momento. Ahí se vacunaron contra la gripe unas 8500 personas por día, de acuerdo con la información oficial.
Los especialistas recuerdan, como el año pasado, que la vacuna contra el virus de la influenza no protege contra la enfermedad por el nuevo coronavirus, pero estar a resguardo de la gripe reduce el riesgo de complicaciones, especialmente por una coinfección. Eso, a la vez, ayuda a mantener liberadas las guardias y otros servicios de salud necesarios en esta pandemia, sobre todo ante la posibilidad de una segunda ola de contagios. Una vez recibida la vacuna, se necesitan entre 10 y 14 días para generar anticuerpos.
Hace pocas semanas, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) difundió una lista de “sugerencias” sobre la aplicación de ambas vacunas que, de acuerdo con la estimación oficial, deben recibir unos 14 millones para Covid-19 y unos 12 millones para gripe. Esa guía, como publicó LA NACION, asigna prioridad a la inmunización contra el coronavirus SARS-CoV-2 y aconseja el intervalo de dos semanas entre las vacunas, incluida la antineumocócica, que se puede aplicar con la antigripal si está indicada.
“Se aconseja esa espera entre vacunas para que si aparecen efectos adversos no se pueda confundir qué los causó, no porque si se las aplica juntas podría ocurrir algo. Las vacunas para Covid-19 son desarrollos recientes y están autorizadas para uso de emergencia, por lo que hay que estar atentos a cualquier efecto adverso que pudiera aparecer, si es que ocurre”, indicó en ese momento Laura Pulido, co-coordinadora de la Sección de Infecciosas de AAMR y neumonóloga del Sanatorio Delta de Rosario.
Y aun cuando “la prioridad” es la vacuna contra el virus pandémico, la especialista recordó: “No hay que dejar de lado las enfermedades crónicas y tratar, en este contexto de emergencia sanitaria, de manejarse con los lapsos posibles y, de serlo, mantener esas dos semanas de espera, sin olvidar que para la influenza también se necesita protección para reducir el riesgo de complicaciones”.