Cero + Infinito, un edificio emblemático para impulsar la ciencia argentina

El 13 de octubre quedó inaugurado Cero + Infinito, un edificio que promete ser emblemático para la docencia y la investigación de las ciencias en el país.

Pensado en 2006, el nuevo edificio inteligente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, en Ciudad Universitaria, ya es una realidad.

Cero + Infinito nació como solución al cuello de botella que el fuerte impulso a la ciencia a mediados de la década pasada, con un aumento significativo de la cantidad de investigadoras e investigadores y la consiguiente necesidad de sumar mayor equipamiento y nuevos espacios para la actividad. Hacia 2006, el entonces decano de Exactas, Jorge Aliaga, propuso la ampliación de esos espacios, lo que llevó al proyecto de crear un nuevo edificio. Este comenzó a concretarse gracias al aporte del graduado Sebastián Ceria, un matemático residente en EE.UU.

Ceria fue quien le puso nombre, al ver el diseño propuesto por el arquitecto Rafael Viñoly, quien en 2010 elaboró y donó los planos del edificio. El impulso del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación hizo el resto. Ahora, el moderno edificio de 8.500 metros cuadrados destinados a aulas, oficinas y salas de uso diverso, pasa a manos de la UBA.

El concepto de Cero + Infinito, que tiene dos plantas y un subsuelo de servicios y un perímetro completamente vidriado, lo que permite que todas las salas dispongan de luz natural, se inspira en dos jardines internos arbolados, cuyas formas remedan esos dos símbolos: el “cero” y el “infinito”. El techo es “verde” en toda su superficie, con un sistema de climatización termomecánica que permite un ahorro del 70% de la energía.

La planta baja tiene 10 aulas con capacidad para 50 computadoras cada una; 19 aulas con capacidad para 60 alumnos con mesas y sillas móviles, adaptables a diversas modalidades de enseñanza, y otras cinco aulas para seminarios, en forma de anfiteatro, para 100 personas. En el primer piso hay 56 oficinas destinadas a los grupos de investigación de los departamentos e institutos que se alojarán en el edificio: los departamentos de Computación y de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos; el Instituto de Cálculo, el de Ciencias de la Computación y el recién creado Centro Interinstitucional en Ciencia de Datos, dependientes del Conicet y la UBA.

La financiación total de la obra había sido gestionada en 2014 por el Ministerio de Economía ante elBanco de Desarrollo de América Latina. El anuncio público del proyecto se hizo en octubre de 2015, definiéndose que las obras se iniciarían el segundo semestre de 2016, con un plazo de ejecución de 20 meses.

Recién en julio de 2019, el edificio quedó casi finalizado, restando refacciones menores, y el entonces presidente Mauricio Macri lo inauguró. Postergado por la pandemia y la suspensión de actividades presenciales en Ciudad Universitaria, el traspaso a la UBA se concretó el 13 de octubre

En consonancia con la tradición de Exactas, en un mismo espacio se integra docencia e investigación, con un marco de diseño moderno y características arquitectónicas únicas. Son 8.500 metros cuadrados destinados a aulas, oficinas y salas de uso diverso.

El edificio cuenta con dos plantas y subsuelo de servicios. Su concepto se apoya en dos jardines internos arbolados: el “cero” y el “infinito”, nombradas de esa manera por las figuras que representan su contornos. Su perímetro está completamente vidriado, lo que permite que todos y cada uno de los ambientes dispongan de luz natural.

El área perimetral externa de la planta baja está destinada al sector de aulas. Las áreas restantes, establecidas alrededor de los dos patios, están destinadas a salas de reuniones, de servidores, bibliotecas, bares y áreas de lectura. Dispone de 10 aulas de computadoras, con capacidad para 50 máquinas cada una; 19 aulas con capacidad para 60 alumnos y con mesas y sillas móviles, adaptables a diversas modalidades de enseñanza, y 5 aulas de seminarios en forma de anfiteatro para 100 personas.

El primer piso cuenta con 56 oficinas destinadas a los grupos de investigación de los Departamentos e Institutos que se alojarán en el edificio: Departamento de Computación, el Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos, el Instituto de Cálculo UBA-CONICET, el Instituto de Ciencias de la Computación UBA-CONICET y el recién creado Centro Interinstitucional en Ciencia de Datos, de doble pertenencia MINCYT-UBA.

Cero + Infinito tiene la particularidad de contar con techo verde en toda su superficie y un sistema de climatización termomecánica que permite un ahorro del 70% de la energía.

LOS HITOS DE LA HISTORIA DEL PROYECTO

Agosto 2006 El decano Jorge Aliaga presenta, al inicio de su gestión, el Plan de Obras 2006-2010, que incluye la ampliación de espacios para docencia e investigación “como consecuencia del aumento del número de investigadores y becarios” a través de la ampliación del Pabellón 1 y la readecuación del Pabellón 2”.

Julio 2007 La Facultad presenta un proyecto de mejoras de la enseñanza ante el Banco Iberoamericano de Desarrollo (BID) para ampliar el Pabellón 1.

Octubre 2008 Se obtiene financiación del Ministerio de Economía de la Nación para realizar el anteproyecto del edificio.

Enero 2009 El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva acuerda impulsar la creación de un nuevo edificio en forma coordinada con la Facultad.

Febrero 2009 El graduado de Exactas Sebastián Ceria se suma a la propuesta de encontrar una solución integral para los espacios de investigación y docencia de los distintos departamentos y se compromete aportando recursos materiales y trabajo para impulsar el proyecto.

Febrero 2010 Sebastián Ceria contacta e involucra en el proyecto al destacado arquitecto Rafael Viñoly. El ministro Lino Barañao considera que la incorporación del estudio de Viñoly ofrece valor agregado al edificio y facilita la obtención de recursos para construirlo.

Diciembre 2010 El estudio Viñoly avanza con el proyecto y elabora los planos de lo que sería el edificio “Cero + Infinito”: dos plantas, dos parques internos (el cero y el infinito, por su fisonomía), subsuelo para máquinas, paredes exteriores de vidrio, techo verde y refrigeración geotérmica, en un espacio total de 17.000 metros cuadrados.

Febrero 2011 Tras la renovación del mandato de Cristina Fernández y la confirmación de Lino Barañao en su cargo de ministro, el proyecto edilicio es relanzado. Se realiza una reunión en la Casa Rosada en la que participan la Presidenta, el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Rafael Viñoly, Sebastían Ceria y autoridades de la Facultad.

Marzo 2011 Con el aval presidencial, la Facultad organiza un equipo técnico para avanzar con los detalles de la obra y elaborar los pliegos necesarios para realizar la licitación.

Julio 2012 La Facultad entrega los pliegos al MINCYT para su elevación al BID.

Septiembre 2012 El BID acuerda un crédito por 10 millones de dólares.

Noviembre 2012 Se firma un convenio entre la UBA (rector Rubén Hallú) y el MINCYT (Ministro Lino Barañao) para la construcción del edificio «Cero + Infinito» en el predio de Ciudad Universitaria.

Abril 2013 Debido a que BID no permite cofinanciación de obras con otros organismos de crédito, la diferencia entre el monto del crédito y el costo total de la obra la debía aportar el Tesoro Nacional. El MINCYT, con la ayuda y el apoyo del Ministerio de Economía de la Nación gestiona exitosamente los fondos para toda la obra ante el Banco de Desarrollo de América Latina.

Diciembre 2013-marzo 2014 Después de la aprobación del crédito del Banco de Desarrollo para América Latina que permite financiar la obra completa se realiza la primera licitación. Esta licitación se deja sin efecto por ser las ofertas mucho mayores que el valor de referencia.

Julio 2015 octubre 2015. Se realiza una segunda licitación y se adjudica la obra a la empresa Constructora Sudamericana S.A. por un valor de 461 millones de pesos. Los ministros de Economía Axel Kicillof y Ciencia Tecnología e Innovación, Lino Barañao y el rector de la UBA, Alberto Barbieri, presentan de manera pública el proyecto de “Cero+Infinito” en un acto realizado en las oficinas del Polo Científico-Tecnológico. Se define el inicio de las obras para el segundo semestre de 2016 y se prevé un plazo de ejecución de 20 meses.

Septiembre 2019 El nuevo edificio está casi finalizado, quedan pendientes refacciones menores, la compra de todo el mobiliario de aulas y oficinas y el equipamiento para los laboratorios de computación (licitaciones en curso). Se contempla la entrega del edificio a la Universidad en el transcurso de 2020.

Marzo 2020 Con el inicio de la pandemia de COVID-19 se posterga la entrega del edificio a la Universidad y su inauguración.

Octubre 2021 Se realiza el traspaso del edificio a la Universidad de Buenos Aires. 

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