El gobierno porteño extiende la concesión de Metrovías
Al proceso para la adjudicación del manejo de los subtes y el Premetro le faltan todavía entre 3 y 6 meses para concluir.
El 31 de diciembre venció la prórroga aprobada por la Legislatura porteña del contrato que tiene Metrovías para operar las seis líneas de subte y el Premetro. Sin embargo, por la demora en el proceso de licitación que concesionará por 15 años la red de subterráneo, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta mantendrá a la actual operadora hasta que culmine el proceso licitatorio. Desde Sbase, la empresa estatal que tiene a su cargo el control de la concesión, explicaron que “no será una prórroga sino que habrá una continuación de la prestación, avalada por un dictamen del directorio, hasta que haya un nuevo contrato firmado”. Según explicaron, la imprecisión para fijar una fecha se debe a que si bien el proceso de concesión está en su última etapa, aún quedan pasos por cumplimentar que no dependen de Sbase.
En 2018, la Legislatura porteña aprobó la prórroga del contrato que tenía Metrovías para la operación y mantenimiento de los subterráneos de Buenos Aires, como también lo había hecho el año anterior. La continuidad de la empresa se viene dando a través de sucesivos aplazamientos. El último establecía que se prorrogaba el actual contrato de concesión hasta tanto el adjudicatario de la concesión tomara efectiva posesión del servicio, pero dejando establecido que la misma no podía ocurrir después del 31 de diciembre de este año. Sin embargo, a diferencia de otros años, el oficialismo no envió ningún proyecto en 2019 a la Legislatura para prorrogar la concesión confiando que la nueva privatización del servicio estaría finalizada antes del plazo estipulado.
Pero recién el 30 de diciembre Sbase notificó los resultados del análisis del sobre 1, el que contiene la propuesta técnica de los consorcios en carrera: Metrovías, del grupo Roggio, y el consorcio integrado por la francocanadiense Keolis, la británica Transport for London, y Helport, del grupo Eurnekian.
En esta primera fase, la comisión evaluadora (conformada por representes del Gobierno de la Ciudad, Ministerio de Hacienda, de Transporte y SBASE, con el asesoramiento del Metro de Barcelona y de la Cátedra de Transporte de la Universidad de San Martín) determinó que la propuesta de Keolis-Helport obtuvo un puntaje de 907,5 puntos, y la posicionó por encima de Metrovías, que obtuvo 891.
Esta fase de la licitación para concesionar por 12 años con posibilidad de prórroga por 3 más, constituye el 40 por ciento del puntaje total, el 60 por ciento restante dependerá de la oferta financiera, que se conocerá tras la apertura del denominado sobre 2. Pero esto recién podrá suceder luego de que venza el plazo de cinco días hábiles para que las empresas presenten impugnaciones y que se apruebe el análisis de la comisión.
Para eso, una vez cumplido el plazo, el informe se enviará a la Procuración y de allí, si no tiene observaciones, volverá a Sbase para la aprobación del directorio. Recién entonces, el directorio fijará la fecha de apertura del sobre con la propuesta económica.
Tras el resultado de esta primera etapa, la empresa Metrovías hizo circular un comunicado interno entre el personal en el que adelantó que presentará una impugnación. Luego de afirmar que la diferencia de puntaje entre las dos empresas es mínima, explicaron que están «elaborando una presentación a las autoridades, ya que entendemos que existen elementos en nuestra oferta que no han sido debidamente tenidos en cuenta y que mejorarían este resultado parcial en nuestro favor”.
De todas formas, la licitación establece que la nómina de Metrovías afectada al subte deberá ser absorbida al ciento por ciento por el nuevo operador, aunque no existe esta obligación para los cargos gerenciales.
Dado los tiempos administrativos y los pasos que quedan por cumplir, nadie pudo arriesgar una fecha para la adjudicación del servicio ni hasta cuándo tendrá que prorrogarse el servicio de Metrovías. Sin embargo, todos coincidieron en que teniendo en cuenta el proceso de transición necesario, aún si se mantuviera el mismo operador, el plazo irá entre los tres y los seis meses.