Protocolo para “despedidas dignas” en pandemia
Desde el comienzo de la pandemia, uno de los aspectos más dolorosos y difíciles con los contagiados de coronavirus era la imposibilidad de las familias de acompañar a pacientes graves antes de morir debido a la contagiosidad de la enfermedad. El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, anticipó el viernes 21 de agosto que se están evaluando protocolos para que hayan despedidas “dignas y humanas”.
“Se ha estado trabajando en un proyecto de ley en la Legislatura porteña para implementar protocolos que contemplen las dificultades operativas de una terapia intensiva, que no ponga en peligro a los familiares pero que permita un despedir digno y humano como corresponde”, detalló el ministro.
“Es un tema tremendamente trascendente que nos preocupa severamente el acompañamiento en los últimos días de vida”, aclaró y explicó que ante las “problemáticas técnicas y operativas” de esta enfermedad estudiaron desde hace algunas semanas la implementación de un protocolo.
Por otro lado, el lunes 24 de agosto reabrieron sus puertas para visitas los cementerios de Chacarita, Flores y Recoleta, que permanecen cerrados desde el inicio del aislamiento obligatorio por el coronavirus.
La medida fue resuelta mediante una disposición de la Dirección General de Espacios Verdes y Cementerios y establece que los tres lugares permanezcan abiertos de lunes a domingo, incluyendo días feriados, de 8 a 17.
En ese sentido, se informó que el protocolo dispuesto para las visitas incluye el permiso para el ingreso de grupos de dos personas, con una permanencia máxima de una hora; mientras que no estarán autorizadas «las visitas turísticas o recreativas».
«Los visitantes podrán entrar con sus vehículos y deberán dirigirse de forma directa al estacionamiento correspondiente al área a visitar. Al momento del ingreso al cementerio, el personal a cargo de la seguridad tomará la temperatura de cada visitante y será obligatorio el uso de tapabocas y de distancia social en todo momento», detallaron las fuentes porteñas.
En el caso de fallecimientos, continúa el protocolo vigente, que prevé el acompañamiento de «hasta cinco personas designadas y un ministro religioso de cualquier credo».