Fiestas sin estruendo en Buenos Aires
Las personas que sufren enfermedades, quienes padecen patologías dentro del espectro autista y las mascotas sufren los efectos del ruido proveniente de la pirotecnia. Desde el año 2020, la Ciudad de Buenos Aires cuenta con una resolución por la cual crea las “zonas calmas” donde se prohíbe el uso de pirotecnia con efecto audible, y limita el uso de ciertos tipos de artículos de esta clase conforme al registro que lleva la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC).
Las “zonas calmas libres de pirotecnia” son las áreas que comprenden un radio de 100 metros de distancia de las Reservas Ecológicas como la Costanera Sur y Lago Lugano; el Ecoparque de Buenos Aires y hospitales.
A su vez, se prohíbe en todo el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires el uso de los siguientes artefactos pirotécnicos:
• Bomba: cuyo diámetro sea superior a (2) dos pulgadas de diámetro.
• Mortero con bomba: con efecto audible de estruendo y calibre superior a (2) dos pulgadas de diámetro.
• Mortero: con efecto audible de estruendo y calibre superior a (2) dos pulgadas de diámetro.
• Fogueta: con tubo de lanzamiento superior a dos (2) pulgadas de diámetro.
Esta resolución responde a la necesidad de garantizar una mejor calidad de vida para todos los vecinos de la Ciudad, en especial para aquellos que padecen Trastorno de Espectro Autista (TEA), adultos mayores y niños.
A ellos se suman la fauna en general y las mascotas (en especial, perros y gatos) cuya sentido auditivo es más desarrollado y sensible por lo que se ven particularmente afectados por los ruidos provocados por la pirotecnia.
Cada año, para las fiestas de fin de año (Navidad y Año Nuevo), la pirotecnia provoca casos de quemaduras y lesiones, en especial oculares, atendidos en las guardias de los hospitales porteños que, a decir verdad, en 2020 –año de pandemia– disminuyeron notablemente respecto de los años anteriores, reportó por ejemplo el Hospital Municipal de Quemados ubicado en el sur de la ciudad.