Operativo desalojo en Once, policía vs. manteros

Desde la madrugada que se generó un clima de tensión tras llegar un operativo policial en la Av. Pueyrredón entre las avenidas Corrientes y Rivadavia para confiscar los productos que venden los puesteros y evitar que se instalen y continúen vendiendo en la zona. Al llegar los manteros cortaron la avenida Pueyrredón a la altura de la estación de trenes. 

Con el objetivo principal de desalojar a los vendedores que diariamente se ubican entre las avenidas Rivadavia y Corrientes, la policía llegó a la madrugada y luego comenzaron disturbios por parte de los puesteros quienes cortaron la Avenida  Pueyrredón para tratar de recuperar su mercadería.

Tras tres horas de corte, y previo pedido de desalojo por altavoz, un cordón de Infantería comenzó a avanzar sobre la avenida, con refuerzo policial y de Bomberos. Los manteros reaccionaron tirando piedras y trozos de baldosas que levantaban de las veredas, frutas y todo tipo de elementos, al tiempo que los efectivos de seguridad lanzaron bombas de estruendo y gas pimienta sobre los manifestantes y el resto de los peatones que pasaban por el lugar.

Hubo corridas, gritos, golpes y personas atrapadas entre los dos frentes del conflicto.

A pesar de no poder evitar que les confisquen sus productos, los manteros decidieron permanecer en el lugar y cortar la avenida Pueyrredón, complicando más la circulación en la zona. «Nos robaron la mercadería, nosotros no robamos nada. No nos vamos a ir, que nos devuelvan los puestos. Todos pagamos coimas todos los días para trabajar acá», repetía una de las vendedoras afectadas por el desalojo, que afirmó estar en la zona de Once desde hace más de 15 años.

Durante el desalojo trabajaron 250 efectivos de la Policía de la Ciudad y 350 personas del Gobierno de la Ciudad. Además, participaron inspectores de espacio público, agentes de tránsito y personal de higiene urbana.Según los datos del operativo, se levantaron más de dos mil puestos.

 

La situación, que hace unos años se vivió sobre la avenida Avellaneda, en Flores, es un antecedente que a los dueños de los puestos les genera mucha incertidumbre sobre el destino de su actividad. «En los últimos cuatro años fueron desalojados 5.000 manteros en Avellaneda, Caballito y otros puntos de la Ciudad. Ninguno de esos compañeros fue relocalizado como les prometió el Gobierno porteño. Las personas que venden en la calle son trabajadores y lo hacen porque no tienen otro medio de vida», sentenció Guaraz.

Con la resistencia de los manteros y el corte que mantienen sobre la avenida, la policía permanece en el lugar, aunque sin tomar medidas de peso. En medio de la protesta llegaron a prender fuego un contenedor de basura, momento en que los oficiales presentes se hicieron a un lado sin reaccionar.

«Estamos desde las 2 de la madrugada, tenemos la orden de liberar el espacio público y ahora analizamos la situación frente a este corte. Estamos ofreciendo un censo donde los vendedores de buena fe pueden registrarse, dando su domicilio privado y DNI para crear un monotributo social y así poder trabajar de forma legal2, explicaba Muzzio.

Mientras, el corte sobre Pueyrredón que llevaban adelante una treintena de puesteros seguía afectando el tránsito en el corazón de Once. Ellos insisten en que «no quieren trabajar en un galpón».

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