La línea A del subte presta un servicio reducido

Según informó Subterráneos de Buenos Aires S.E., la Línea A del subte de Buenos Aires brindará un servicio reducido a partir del 30 de noviembre hasta mayo del 2020, debido a reformas en la estación cabecera Plaza de Mayo.

El sábado 30 de noviembre y el domingo 1° de diciembre el recorrido fue entre San Pedrito y la estación Piedras, mientras que a partir del lunes 2 finaliza en Perú.

«Desde el sábado 30 de noviembre la estación Plaza de Mayo permanecerá cerrada durante seis meses, por obras que mejorarán el viaje de los casi 250 mil usuarios diarios que tiene la Línea A», aseguraron en un comunicado.

Así, el fin de semana estuvo cerrada la estación Perú, donde se construyó un andén provisorio para que funcione como cabecera.

Las obras que se realizarán en la estación Plaza de Mayo consisten en la adecuación de uno de los accesos, modificación de los andenes, renovación del sistema de señales y el emplazamiento de una ventilación natural para brindar mayor confort a los pasajeros mientras esperan la formación.

La línea A es una de las seis líneas del Subte de Buenos Aires, abierta al público el 1° de diciembre de 1913, convirtiéndose así en la primera de toda América Latina, el hemisferio sur y todos los países de habla hispana. Se extiende a lo largo de 9,7 kilómetros entre Plaza de Mayo en el barrio porteño de Monserrat y San Pedrito en el barrio porteño de Flores. Circula por debajo de la totalidad de la Avenida de Mayo y parte de la Avenida Rivadavia, siendo utilizada por alrededor de 250.000 personas al día.

La estación Carabobo hizo de terminal temporaria de la línea desde 2008 hasta el viernes 27 de septiembre de 2013, ya que se encontraban en construcción dos estaciones más que extenderían el recorrido de la línea hacia el oeste: San José de Flores y San Pedrito.

​La línea mantuvo hasta el viernes 11 de enero de 2013, sus antiguos coches La Brugeoise, de origen belga, construidos por La Brugeoise et Nivelles, durante la década de 1910. El miércoles 6 de marzo de 2013, el servicio se reanudó, con la puesta en funcionamiento de los coches de origen chino, fabricados por la compañía CNR Corporation y adquiridos por el gobierno nacional.

Las piezas de repuesto para aquellos trenes ya no estaban disponibles en el mercado por lo que tenían que ser hechas a medida por pedido del cliente en el taller Polvorín, donde las unidades La Brugeoise y otros materiales rodantes del Subterráneo de Buenos Aires son mantenidas y reparadas por personal altamente capacitado y calificado. Según Metrovías, el operador privado del Subterráneo de Buenos Aires, cada 20 días las unidades se someten a un chequeo de rutina, mientras que cada cuatro años se lleva a cabo el mantenimiento mayor. En 2008, a pesar de sus 96 años de servicio ininterrumpido, los trenes Brugeoise tenían uno de los promedios más bajos de falla mecánica en la red: 19 cada 100.000 km.

Las anécdotas y los recuerdos dejados en el público por estos «tranvías» antiguos, así como la fascinación que causan los vehículos de otras épocas por el refinamiento y detalles constructivos, han iniciado en el mundo una corriente de revalorización de su imagen y presencia. Surgieron varias voces en contra del retiro de estos, considerándolos como un símbolo de Buenos Aires; otros sugirieron que los coches Brugeoise funcionen en días festivos y feriados y de refuerzo a fin de preservarlos.

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