Remodelación del Museo de Bellas Artes

Mientras se acaba de lanzar oficialmente la licitación para remodelar el Museo Nacional de Bellas Artes y añadir un paseo de esculturas, avanza el proyecto de mudar el 80% de las reservas de la institución a un nuevo espacio en Tecnópolis, ya construido, que albergará parte de las 13 mil obras de ese patrimonio, a tono con una tendencia internacional de abrir la trastienda de los museos a todo público.

Con un presupuesto de 840 millones de pesos, según la publicación del Ministerio de Obras Públicas en el Boletín Oficial, el pliego de la licitación supone un avance concreto en la remodelación del edificio que recibe 2.000 visitantes por día, donde alguna vez funcionó la antigua Casa de Bombas de Recoleta, remodelada por el famoso arquitecto Alejandro Bustillo, en la década del 30.

«Es un viejo anhelo el de ampliar el museo y modernizarlo con ascensores nuevos y circulaciones modernas. Con esta obra, que puede llevarnos unos diez meses, se conectará al edificio verticalmente y un puente vidriado lo unirá con el Pabellón de Exposiciones temporarias», dijo su director, Andrés Duprat.

Las refacciones se relacionan íntimamente con el futuro Paseo de las Esculturas -un viejo estacionamiento recuperado para esparcimiento-, que incluirá una docena de piezas monumentales al aire libre, en un trabajo conjunto articulado entre el museo que dirige Duprat, la Asociación de Amigos del MNBA, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Ministerio de Cultura de la Nación.

El hall de circulación, que por primera vez en la historia conectará todos los pisos del museo, estará ubicado en lo que será el esperado Paseo de Esculturas, donde se verán trabajos de Noemí Gerstein, Pablo Curatella Manes, Marino Marini, Antonio Sibellino, Libero Badii y Rogelio Yrurtia. Este paseo abrirá de día y cerrará durante la noche, y a él se podrá acceder también desde los parques aledaños.

Pero el punto culminante de la modernización de uno de los edificios culturales más importantes de la Argentina será la mudanza de sus reservas -actualmente en el subsuelo- a Tecnópolis, en Villa Martelli, y la posibilidad ya no solo de ver miles y miles de obras -sin gusto imperante ni criterio curatorial- sino además poder ver en acción a los restauradores y conservadores, trabajando a la vista de los visitantes. Con su metraje actual, el museo exhibe 1300 obras, mientras que con estas transformaciones esa cifra llegaría a 13.000.

«El proyecto es llevar el 80/90 por ciento de las reservas a un edificio nuevo, industrial, que está en Tecnópolis -a 15 minutos por autopista- donde las obras, que actualmente están en el subsuelo, van a estar en mejores condiciones ya que es un espacio tecnologizado, que tendrá aire acondicionado, espacio adecuado, áreas de trabajo, laboratorio, y sobre todo, la posibilidad de que el público acceda a verlo», anticipa Duprat, curador, guionista y arquitecto.

Algo similar ocurre, por ejemplo, en Rotterdam, Países Bajos, donde el Depot Boijmans Van Beuningen se convirtió en 2021 en el primer depósito de arte de acceso público en el mundo, al exhibir 150.000 obras de arte, sin un guion curatorial, con nombres como El Bosco, Rembrandt, Vincent Van Gogh, Salvador Dalí, Monet, Mondrian, Magritte, David Hockney y Andy Warhol, en un edificio de 15.000 metros cuadrados y 35 metros de altura.

Además de brindar al público la posibilidad de acceder a tesoros otrora reservados para especialistas, la inédita experiencia de acceder a la colección completa de un museo brinda una eficaz solución a otro tema: la falta de espacio expositivo es una problemática que atañe a la mayoría de las instituciones culturales en el mundo, que sólo pueden tener a la vista entre un 6 y un 15 por ciento de su patrimonio.

«La idea es mostrar casi la totalidad de las 13 mil obras que tiene el MNBA de las cuales hoy solo se exhiben un 10%», explicó Duprat y dio más detalles de la futura reserva: un edificio industrial en Tecnópolis, ya construido, de 1.500 metros cuadrados, como una suerte de hangar, al que sólo le faltan detalles técnicos de acondicionado: grillas, racks, temperatura del lugar.

Esta mudanza a Tecnópolis de las obras del Bellas Artes liberaría así el edificio ideado por Bustillo, sobre avenida Libertador 1473, que justamente se prepara para encarar las remodelaciones anunciadas: «Son dos proyectos complementarios. Todas las obras estarán en mejores condiciones», enfatiza Duprat.

El subsuelo de Libertador y Pueyrredón, al que actualmente el público no tiene acceso, es un bullicioso espacio donde están constantemente trabajando las áreas técnicas de la institución, conservación, preservación, restauración: «Es interesante que el público tenga acceso a eso, que no sea sólo algo para expertos», afirma el guionista de películas como «El hombre de al lado», «El ciudadano ilustre» y «Mi obra maestra».

«Este proyecto de mudanza no sólo es la solución a la trastienda; tiene que ver también con un cambio de paradigma de los museos en todo el mundo. La idea conceptual es transparentar esas reservas secretas a las que no podía entrar nadie», se entusiasma.

La posibilidad de espiar el detrás de escena no modifica lo evidente: «los highlights de la colección seguirán como siempre exhibidos en sala», dice Duprat, y es válido recordar que los piezas más destacadas de la colección abarcan «Retrato de Manuelita Rosas» de Prilidiano Pueyrredón, «Sacrificio de Melquisedec» de Giovanni Battista Tiepolo, «Sin pan y sin trabajo» de Ernesto de la Cárcova, «Juanito Laguna aprende a leer» de Antonio Berni o «La ninfa sorprendida» de Édouard Manet.

Lo que falta para concretar el traslado a Tecnópolis es simplemente acondicionar el edificio internamente, es decir, detalles técnicos -asegura Duprat- mientras que en el caso de la remodelación del tradicional edificio de Recoleta, se espera para fines de agosto la apertura de sobres, que indicará quién tendrá a su cargo el trabajo.

«La mudanza de parte de las reservas a Tecnópolis se hace coordinadamente en relación a los avances de la obra en el edificio del museo», puntualizó el director ejecutivo del museo con la mayor colección de arte argentino del país y obras de El Greco, Goya, Rodin, Rembrandt, Rubens, Renoir, Degas, Cézanne, Chagall y Picasso, entre otros.

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