Se renovó la plaza Roma, en el bajo porteño
Durante casi diez años el obrador utilizado para la ampliación de la línea E del subte se convirtió en parte del mobiliario de la plaza Roma, en el bajo porteño. Los camiones utilizaron el sinuoso camino que se introducía bajo tierra, cerca de la esquina de Bouchard y Tucumán, y las máquinas alteraban la armonía del espacio verde. Pero esa etapa quedó atrás y la emblemática plaza ya recuperó todo su esplendor.
A mediados de noviembre el obrador fue retirado y el espacio que ocupaba reemplazado por luminarias, mesas de ping pong, nuevos árboles y veredas. El lugar nuevamente se convirtió en un espacio de recreación y descanso para cientos de personas que en sus días laborales se toman una pausa para descansar o almorzar.
La plaza posee un gran valor patrimonial para los porteños por su historia y su ubicación estratégica en el centro de la ciudad. Fue fundada en 1875 como Plaza Giuseppe Mazzini en honor al político italiano, cuya estatua le rinde homenaje allí, y desde entonces se convirtió en uno de los lugares míticos de Buenos Aires.
Hoy el espacio verde, que supera una hectárea de extensión, está rodeado de edificios como La Torre Bouchard, el República, y el Bouchard Plaza, además del histórico estadio Luna Park. En el proceso de recuperación de la plaza también se reconstruyeron las veredas y los senderos con solado intertrabado para que la plaza pueda ser accesible a todos los vecinos. Se reparquizaron 1700 metros cuadrados para incrementar la superficie verde absorbente y se sembró césped y se plantó vegetación nativa. También se instaló un sistema de riego automatizado para su conservación.
Los bancos de estilo romano se reemplazaron por mobiliario urbano sustentable con diseño orgánico para brindar mayor comodidad. Se sumaron mesas, se instalaron luminarias en diferentes sectores, por ejemplo en los senderos y en los nuevos bancos.
La incorporación del mobiliario de diseño y los puestos de las Ferias de la Ciudad que todos los jueves se instalan en la plaza son las novedades de mayor impacto. Más allá de estas incorporaciones el proyecto de recuperación respetó la identidad del espacio y revalorizó a sus históricos protagonistas: el monumento de Mazzini y el ombú.
La puesta en valor de la plaza Roma fue el resultado del trabajo junto a los vecinos de la Comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat y Constitución). En 2017, desde el área de Participación Ciudadana, se realizó una consulta para ver cuáles debían ser las mejoras en el lugar. Por medio de redes sociales, mails y acciones en territorio durante una semana se recibieron 578 propuestas de 236 vecinos que participaron activamente.
Los cinco aspectos más solicitados por los vecinos fueron: iluminación, mobiliario urbano, arbolado y superficie verde, seguridad y reparación de veredas. Dándole prioridad a estos pedidos la obra significó un incremento de más del 30% de luminarias y un 90 % del mobiliario urbano; un aumento de 4000 m2 de superficie verde, 2340 m2 de vereda reparada, doce nuevos árboles y guarda parques integrados al sistema de seguridad.
La obra de la extensión de la línea E fue licitada en 2007 por el gobierno de la Nación aunque sólo se avanzó con los trabajos de ingeniería civil porque el contrato no incluyó la colocación de vías, señales, escaleras mecánicas ni ascensores. Cuando en 2013 el servicio de subte pasó a manos de la Ciudad el proyecto se reactivó y se completó.
Desde este año, con la inauguración de los dos kilómetros de extensión, la línea sumó tres nuevas estaciones a las 15 que ya existían para cubrir el tramo desde Plaza de los Virreyes hasta Retiro. Correo Central (ubicada en el cruce de las avenidas Leandro N. Alem y Corrientes), Catalinas (Alem y Córdoba) y Retiro (en Avenida del Libertador entre Juncal y Esmeralda) son las nuevas instalaciones que le permitió a la línea E transportar 63.000 nuevos pasajeros por día que se agregaron a los 90.000 que ya la utilizaban.