De las frágiles estructuras de la realidad a la recuperación de la esperanza
En los Últimos 40 años mas de 120 naciones, se colapsaron, sumergindose en la crisis econmica, financiera y en el caos social. En 1994 el vicepresidente de los EEUU, Al Gore, solicito a la CIA estudiar las razones que precipitan las naciones al colapso econmico y social y la agencia de inteligencia convocó a un grupo de científicos sociales para ocuparse de este estudio.
Este grupo de estudio* adoptó una amplia definicin del colapso estatal y escogi mas de 600 variables para ser analizadas, las que incluan datos demogrficos, econmicos, medioambientales, pero tambin fue necesario cuantificar ciertos conceptos sociales o polticos. Este estudio permiti, en una primera fase, construir una inmensa base de datos con mas de dos millones de entradas. En una segunda fase los datos ingresados fueron analizados a travs de dos mtodos, el primero utiliz programas informticos que operan como las redes neuronales del cerebro humano y el segundo tcnicas estadsticas que permiten asociar las diferentes variables estudiadas. El uso de estas tcnicas permiti identificar 13 factores que se encontraban presentes en todas las naciones que haban colapsado, en donde se identificaron 3 variables que permitan anticipar en dos aos la grave crisis estatal. Esos tres factores eran, la mortalidad infantil, los niveles de participacin democrtica y la apertura de las naciones al comercio internacional. En una tercera fase, en 1998, el grupo de estudio se propuso probar el modelo de anlisis comparndolo con los datos de la realidad y pudieron hasta el ao 2000 anticipar con un 80% de certeza lo que iba a suceder en los estados en crisis. Mas all de las criticas tericas que a este modelo de anlisis complejo de la realidad se le puedan formular, representa una invalorable herramienta de aproximacin al terreno para diplomticos, gobernantes, polticos o cientficos sociales. Sin embargo este mtodo de analisis que puede permitir la prevencin de conflictos y las catastrofes humanitarias puede transformarse rpidamente en una sutil herramienta para el manejo de las situaciones polticas en cualquier parte del planeta. Basta identificar los mensajes, las acciones, los tiempos adecuados, que en el marco de una realidad bien definida y estudiada pueden permitir orientar las crisis con el fin de obtener resultados previamente conocidos. con un margen de error menor al 20%. Una vez mas el problema no esta en la herramienta sino en los valores ticos de quienes la utilizan. La sensacin de caos, de complejidad, las contradicciones que dominan el pensamiento de nuestras sociedades revela la crisis de los mtodos que utilizamos para conocer y transformar el mundo, nuestra propia realidad. Esta dificultad de manejo de la complejidad nos impide pasar de la actitud reactiva, de la simple respuesta, a la actitud poltica, la propuesta, y quedamos inmovilizados por la dimensin aparentemente inmanejable de la realidad. Entonces la respuesta casi siempre se refiere y adapta a condiciones impuestas por modelos externos, que muchas veces equivocan el anlisis, pero que casi nunca toman en consideracin la importancia de lo social, limitndose a consideraciones tcnicas de carcter econmico o financiero. En las enormes y peligrosas fracturas de los equilibrios planetarios a las que asistimos ciertas lneas de reflexin emergen con mas intensidad, verdades que parecan absolutas se diluyen y los tiempos se aceleran. La lectura ideolgica de la realidad, centrada en la simple ambivalencia analtica ya no puede explicar mas la realidad diversa, compleja, formada de mltiples elementos interactivos. La cada del mundo bipolar, hace 15 aos, nos sumergi en un caos metodolgico y conceptual de donde emergen nuevos problemas, nuevas lecturas, algunas lneas de horizonte, una nueva dimensin de los tiempos. Ciertas verdades que se creian absolutas se relativizan, los equilibrios que parecan inamovibles se fracturan. La aceleracin de los tiempos nos impone otra manera de concebir el manejo de la educacin, del tratamiento de la informacin, nos revela la importancia de la modelizacin de la realidad para trazar algunos horizontes probables. La lectura estratgica, incorporando nuevos parmetros y mtodos de anlisis, adquiere una nueva dimensin. En las sociedades actuales la educacin representa la nica posibilidad de comprensin de una realidad compleja con el fin de concebir posibles futuros sociales. Para producir este cambio no basta con memorizar, repetir, obedecer a viejos conceptos, es necesario aprender a pensar y para ello debemos aprender a aprender participando activamente en las construccion del modelo social en el que queremos vivir. Es necesario crear nuevas formas de participacin que consoliden las estructuras de representacin, que ayuden a resolver los problemas concretos identificados desde lo microlocal. De esta manera se producir el retorno al real derecho de expresin, cercenado por la masificacin de una estructura meditica que pervierte la cultura y la homogeniza. Se podr asi tomar en consideracin la invalorable experiencia de cada individuo, distorsionada y anulada por modelos individualistas que ponen el acento en la competencia mas que en la solidaridad. Progresivamente podrn construirse, desde las redes solidarias micro locales, espacios de respuestas plurales, diversas, que acerquen a las estructuras de representacin, propuestas concretas, viables, polticas. De esa manera la utopa, no como un valor nico y universal, sino desde el pequeo espacio de las micro utopias, concebidas como caminos ticos, de justicia y solidaridad, cobrarn toda su dimensin transformadora. Pero esto exige una enorme energa, la que transforme la incertidumbre, el caos, la frustracin, primero en esperanza, despus en respuesta, finalmente en propuesta. Esta es la tarea de un pueblo en marcha, consolidando su democracia, resistiendo a la violencia y a su escalada perversa, rechazando los fciles espejismos mesinicos. Es la nica forma de perder la condicin de victimas para transformarse en actores de la construccin del futuro en la propia realidad. Ese es el desafio de la hora. Antes de que el colapso econmico financiero se transforme en colapso social y la oscuridad coyuntural nos oculte el horizonte.
* The crystal ball of chaos. Nature, Vol 414, 29 nov. 2001, pp 480.
Este grupo de estudio* adoptó una amplia definicin del colapso estatal y escogi mas de 600 variables para ser analizadas, las que incluan datos demogrficos, econmicos, medioambientales, pero tambin fue necesario cuantificar ciertos conceptos sociales o polticos. Este estudio permiti, en una primera fase, construir una inmensa base de datos con mas de dos millones de entradas. En una segunda fase los datos ingresados fueron analizados a travs de dos mtodos, el primero utiliz programas informticos que operan como las redes neuronales del cerebro humano y el segundo tcnicas estadsticas que permiten asociar las diferentes variables estudiadas. El uso de estas tcnicas permiti identificar 13 factores que se encontraban presentes en todas las naciones que haban colapsado, en donde se identificaron 3 variables que permitan anticipar en dos aos la grave crisis estatal. Esos tres factores eran, la mortalidad infantil, los niveles de participacin democrtica y la apertura de las naciones al comercio internacional. En una tercera fase, en 1998, el grupo de estudio se propuso probar el modelo de anlisis comparndolo con los datos de la realidad y pudieron hasta el ao 2000 anticipar con un 80% de certeza lo que iba a suceder en los estados en crisis. Mas all de las criticas tericas que a este modelo de anlisis complejo de la realidad se le puedan formular, representa una invalorable herramienta de aproximacin al terreno para diplomticos, gobernantes, polticos o cientficos sociales. Sin embargo este mtodo de analisis que puede permitir la prevencin de conflictos y las catastrofes humanitarias puede transformarse rpidamente en una sutil herramienta para el manejo de las situaciones polticas en cualquier pa
rte del planeta. Basta identificar los mensajes, las acciones, los tiempos adecuados, que en el marco de una realidad bien definida y estudiada pueden permitir orientar las crisis con el fin de obtener resultados previamente conocidos. con un margen de error menor al 20%. Una vez mas el problema no esta en la herramienta sino en los valores ticos de quienes la utilizan. La sensacin de caos, de complejidad, las contradicciones que dominan el pensamiento de nuestras sociedades revela la crisis de los mtodos que utilizamos para conocer y transformar el mundo, nuestra propia realidad. Esta dificultad de manejo de la complejidad nos impide pasar de la actitud reactiva, de la simple respuesta, a la actitud poltica, la propuesta, y quedamos inmovilizados por la dimensin aparentemente inmanejable de la realidad. Entonces la respuesta casi siempre se refiere y adapta a condiciones impuestas por modelos externos, que muchas veces equivocan el anlisis, pero que casi nunca toman en consideracin la importancia de lo social, limitndose a consideraciones tcnicas de carcter econmico o financiero. En las enormes y peligrosas fracturas de los equilibrios planetarios a las que asistimos ciertas lneas de reflexin emergen con mas intensidad, verdades que parecan absolutas se diluyen y los tiempos se aceleran. La lectura ideolgica de la realidad, centrada en la simple ambivalencia analtica ya no puede explicar mas la realidad diversa, compleja, formada de mltiples elementos interactivos. La cada del mundo bipolar, hace 15 aos, nos sumergi en un caos metodolgico y conceptual de donde emergen nuevos problemas, nuevas lecturas, algunas lneas de horizonte, una nueva dimensin de los tiempos. Ciertas verdades que se creian absolutas se relativizan, los equilibrios que parecan inamovibles se fracturan. La aceleracin de los tiempos nos impone otra manera de concebir el manejo de la educacin, del tratamiento de la informacin, nos revela la importancia de la modelizacin de la realidad para trazar algunos horizontes probables. La lectura estratgica, incorporando nuevos parmetros y mtodos de anlisis, adquiere una nueva dimensin. En las sociedades actuales la educacin representa la nica posibilidad de comprensin de una realidad compleja con el fin de concebir posibles futuros sociales. Para producir este cambio no basta con memorizar, repetir, obedecer a viejos conceptos, es necesario aprender a pensar y para ello debemos aprender a aprender participando activamente en las construccion del modelo social en el que queremos vivir. Es necesario crear nuevas formas de participacin que consoliden las estructuras de representacin, que ayuden a resolver los problemas concretos identificados desde lo microlocal. De esta manera se producir el retorno al real derecho de expresin, cercenado por la masificacin de una estructura meditica que pervierte la cultura y la homogeniza. Se podr asi tomar en consideracin la invalorable experiencia de cada individuo, distorsionada y anulada por modelos individualistas que ponen el acento en la competencia mas que en la solidaridad. Progresivamente podrn construirse, desde las redes solidarias micro locales, espacios de respuestas plurales, diversas, que acerquen a las estructuras de representacin, propuestas concretas, viables, polticas. De esa manera la utopa, no como un valor nico y universal, sino desde el pequeo espacio de las micro utopias, concebidas como caminos ticos, de justicia y solidaridad, cobrarn toda su dimensin transformadora. Pero esto exige una enorme energa, la que transforme la incertidumbre, el caos, la frustracin, primero en esperanza, despus en respuesta, finalmente en propuesta. Esta es la tarea de un pueblo en marcha, consolidando su democracia, resistiendo a la violencia y a su escalada perversa, rechazando los fciles espejismos mesinicos. Es la nica forma de perder la condicin de victimas para transformarse en actores de la construccin del futuro en la propia realidad. Ese es el desafio de la hora. Antes de que el colapso econmico financiero se transforme en colapso social y la oscuridad coyuntural nos oculte el horizonte.
rte del planeta. Basta identificar los mensajes, las acciones, los tiempos adecuados, que en el marco de una realidad bien definida y estudiada pueden permitir orientar las crisis con el fin de obtener resultados previamente conocidos. con un margen de error menor al 20%. Una vez mas el problema no esta en la herramienta sino en los valores ticos de quienes la utilizan. La sensacin de caos, de complejidad, las contradicciones que dominan el pensamiento de nuestras sociedades revela la crisis de los mtodos que utilizamos para conocer y transformar el mundo, nuestra propia realidad. Esta dificultad de manejo de la complejidad nos impide pasar de la actitud reactiva, de la simple respuesta, a la actitud poltica, la propuesta, y quedamos inmovilizados por la dimensin aparentemente inmanejable de la realidad. Entonces la respuesta casi siempre se refiere y adapta a condiciones impuestas por modelos externos, que muchas veces equivocan el anlisis, pero que casi nunca toman en consideracin la importancia de lo social, limitndose a consideraciones tcnicas de carcter econmico o financiero. En las enormes y peligrosas fracturas de los equilibrios planetarios a las que asistimos ciertas lneas de reflexin emergen con mas intensidad, verdades que parecan absolutas se diluyen y los tiempos se aceleran. La lectura ideolgica de la realidad, centrada en la simple ambivalencia analtica ya no puede explicar mas la realidad diversa, compleja, formada de mltiples elementos interactivos. La cada del mundo bipolar, hace 15 aos, nos sumergi en un caos metodolgico y conceptual de donde emergen nuevos problemas, nuevas lecturas, algunas lneas de horizonte, una nueva dimensin de los tiempos. Ciertas verdades que se creian absolutas se relativizan, los equilibrios que parecan inamovibles se fracturan. La aceleracin de los tiempos nos impone otra manera de concebir el manejo de la educacin, del tratamiento de la informacin, nos revela la importancia de la modelizacin de la realidad para trazar algunos horizontes probables. La lectura estratgica, incorporando nuevos parmetros y mtodos de anlisis, adquiere una nueva dimensin. En las sociedades actuales la educacin representa la nica posibilidad de comprensin de una realidad compleja con el fin de concebir posibles futuros sociales. Para producir este cambio no basta con memorizar, repetir, obedecer a viejos conceptos, es necesario aprender a pensar y para ello debemos aprender a aprender participando activamente en las construccion del modelo social en el que queremos vivir. Es necesario crear nuevas formas de participacin que consoliden las estructuras de representacin, que ayuden a resolver los problemas concretos identificados desde lo microlocal. De esta manera se producir el retorno al real derecho de expresin, cercenado por la masificacin de una estructura meditica que pervierte la cultura y la homogeniza. Se podr asi tomar en consideracin la invalorable experiencia de cada individuo, distorsionada y anulada por modelos individualistas que ponen el acento en la competencia mas que en la solidaridad. Progresivamente podrn construirse, desde las redes solidarias micro locales, espacios de respuestas plurales, diversas, que acerquen a las estructuras de representacin, propuestas concretas, viables, polticas. De esa manera la utopa, no como un valor nico y universal, sino desde el pequeo espacio de las micro utopias, concebidas como caminos ticos, de justicia y solidaridad, cobrarn toda su dimensin transformadora. Pero esto exige una enorme energa, la que transforme la incertidumbre, el caos, la frustracin, primero en esperanza, despus en respuesta, finalmente en propuesta. Esta es la tarea de un pueblo en marcha, consolidando su democracia, resistiendo a la violencia y a su escalada perversa, rechazando los fciles espejismos mesinicos. Es la nica forma de perder la condicin de victimas para transformarse en actores de la construccin del futuro en la propia realidad. Ese es el desafio de la hora. Antes de que el colapso econmico financiero se transforme en colapso social y la oscuridad coyuntural nos oculte el horizonte.
* The crystal ball of chaos. Nature, Vol 414, 29 nov. 2001, pp 480.
Fernando Lema –